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Compra sostenible: cómo elegir qué alimentos poner en el carrito

Tiempo de lectura: 6 minutos

Índice

Una alimentación saludable y consciente también está relacionada con lo que ponemos en el carrito de la compra.

Ser consciente de lo que guardas en la nevera o la despensa, no solo te ayuda a mejorar tu salud, sino también la del planeta. Con un pequeño gesto como el de hacer la compra podemos contribuir activamente a:

  • Reducir el desperdicio alimentario.
  • Reducir las emisiones de CO2 causadas por la producción y el transporte de alimentos.
  • Reducir las emisiones de gas metano del sector ganadero.
  • Evitar llenar los océanos de envases no reciclables.

 

¡CUIDADO! Pensar que las acciones del individuo no tienen impacto en el medioambiente es un error. La suma de muchos pequeños gestos puede dar un gran resultado.

Ser sostenibles hoy en día se ha convertido en una necesidad y a menudo pensamos que tenemos que hacer sacrificios para conseguirlo: reducir el uso de plásticos, comprar productos de km 0, evitar los residuos, consumir productos ecológicos… Pueden parecer opciones difíciles de cumplir al 100 %, ¡pero con pequeños gestos se pueden cambiar muchas cosas

Con solo adoptar unos pequeños hábitos cotidianos, podemos cambiar nuestra rutina y hacerla más sostenible sin demasiado esfuerzo.

Veamos cómo comprar de forma consciente y sostenible sin hacer sacrificios.

Compra sostenible: qué es y cómo hacerla al estilo Salud Metabólica

Comprar de forma sostenible significa elegir productos que, del principio al fin de su vida, tengan un impacto medioambiental mínimo y se produzcan de forma justa y respetuosa con los trabajadores. Para ello, hay que tener en cuenta muchos aspectos, veamos cuáles.

Frutas y verduras de temporada, poca carne, muchas legumbres y cereales variados componen la dieta más sostenible tanto para nosotros como para el medioambiente.

Adquirir el hábito de hacer la lista de la compra puede ser bueno para evitar compras innecesarias y no olvidar nada. Es posible organizar la compra en función de la composición de los alimentos y clasificarlos en los cinco grupos nutricionales.

Así tendrás una guía práctica, comprarás alimentos variados y te asegurarás de preparar platos equilibrados. Veamos cómo estructurar la lista para realizar compras sostenibles que sigan la filosofía Salud Metabólica.

Ejemplo de lista de la compra SALUD METABÓLICA

CEREALES, TUBÉRCULOS Y DERIVADOS
Arroz basmati de cultivo ecológico
Espelta BIO
Patatas km 0

CARNE, PESCADO, HUEVOS Y LEGUMBRES
Garbanzos ecológicos
Carne blanca ecológica de km 0
Huevos camperos ecológicos

FRUTA Y VERDURA (de temporada)
Naranjas y manzanas de origen nacional
Zanahorias de km 0
Valeriana y rúcula a granel si son de temporada y de origen nacional

LECHE Y PRODUCTOS LÁCTEOS
Yogur natural BIO elaborado con leche de origen nacional

GRASAS DE COCINA Y ACEITES VEGETALES
Aceite de oliva virgen extra ecológico

Una vez hecha la lista con los productos que prefieras y que mejor se adapten a tu nivel de glucemia, tienes que determinar cuáles de ellos elegir distinguiendo entre alimentos sostenibles y no sostenibles. Esta regla general te permitirá hacer siempre compras éticas.

Hay tres preguntas que debes hacerte al comprar alimentos:

  1. ¿Es respetuoso con el medioambiente? Comprender el impacto medioambiental significa conocer su origen, el método de cultivo, la forma de cría y la degradabilidad de los envases donde se conservan.
  2. ¿Respeta mi salud y la de la sociedad? Hay que considerar el beneficio que un alimento aporta a la salud teniendo en cuenta el respeto de la cadena de producción hacia sus trabajadores.
  3. ¿Se ajusta a mi bolsillo? Para que un alimento sea sostenible, debe tener un coste adecuado al presupuesto de la persona que lo compra.

Entonces, ¿qué significa comer de forma sostenible? Significa llevar a la mesa alimentos que respeten el entorno y la sociedad en los que vivimos y que se adecuen a nuestro bolsillo.

Marcas y etiquetas: cuáles debes buscar

Veamos qué indicaciones hay que buscar en la etiqueta para saber si un producto es sostenible:

  1. Ecológico. Los productos orgánicos de la Unión Europea se reconocen por el símbolo Euro Leaf, bajo el cual se indica el territorio de origen del producto junto con dos códigos: uno identifica al productor y el otro se refiere al organismo de control. Este logotipo solo se utiliza para productos que contengan al menos un 95 % de ingredientes ecológicos.

    Los productos con menos del 95 % de componentes orgánicos no se identifican mediante esta etiqueta, pero la lista de sus ingredientes indica cuáles de ellos son orgánicos y en qué proporción del total.

  2. Agricultura ecológica. Protege el medio ambiente evitando el uso de fertilizantes, pesticidas químicos y variedades modificadas genéticamente, y apuesta por técnicas agrícolas más eficientes que pretenden reducir el uso de agua y suelo respetando los tiempos de crecimiento del organismo vegetal para obtener alimentos más sabrosos.

  3. Ganadería ecológica. Garantiza el bienestar del animal: le proporciona alimentos ecológicos no modificados genéticamente y garantiza su crecimiento en condiciones higiénicas y saludables evitando el hacinamiento y prestándoles una atención veterinaria adecuada, sin utilizar hormonas y limitando el uso de antibióticos, que se utilizan solo cuando es imprescindible para la salud del animal.

    ¿Por qué es importante elegir productos de producción ecológica? Además de velar por nuestra salud, comprar “ECO” significa apoyar aquellas iniciativas del sector alimentario que buscan proteger el medioambiente, el progreso agrario y el bienestar animal.

    Comprar productos ecológicos puede resultar caro, pero si se eligen productos locales y de temporada, el coste puede ser considerablemente inferior y, sin duda, la comida tendrá mejor sabor.

  4. Comercio justo. Los productos de “comercio justo” son aquellos que pertenecen a un sistema de relaciones comerciales equitativas y solidarias. Detrás de este sello hay una organización internacional que vigila las condiciones existentes para los productores agrícolas de los países en desarrollo y las normas medioambientales.

    Los plátanos, los aguacates o el café son hoy protagonistas de nuestra dieta, pero todos sabemos que recorren muchos kilómetros antes de llegar a la mesa. Desde luego, el comercio justo no reduce estas distancias, pero garantiza la compra de productos controlados y no modificados genéticamente que se cultivan respetando al medioambiente y prohíben la explotación de los trabajadores.

    El objetivo de la compra sostenible es limitar el consumo de productos que no sean locales: cuando no sea posible elegir, sería bueno orientar la compra hacia alimentos de comercio justo.

Las 5 palabras mágicas de la compra sostenible

Para evitar los alimentos que tienen más impacto en el medioambiente y los menos sostenibles, puedes tener en mente 5 sencillas palabras a la hora de hacer la compra.

  1. Local: cuanta más lejana sea la procedencia del producto, más viajará (y más emisiones generará) antes de llegar a tu mesa. Elegir alimentos de km 0 favorece tanto al medioambiente como a la economía local. En los supermercados se tiende a descartar aquellos alimentos que no encajan perfectamente en el envase o que presentan abolladuras, golpes inusuales e imperfecciones que lo hacen menos apetecible. En realidad, se trata solo de variabilidad biológica, pero, erróneamente, se considera un defecto. En los últimos años, algunos mercados locales se han comprometido a salvar aquellos alimentos que no se comercializarían por considerarse imperfectos: ¡los llamados ugly food!

  2. Temporada: comprar fruta, verdura y hortalizas fuera de temporada es caro y perjudicial para el equilibrio de la naturaleza. Respetar la temporada reduce el consumo generado por la producción en invernaderos con calefacción, el transporte y el almacenamiento. La naturaleza proporciona los nutrientes adecuados cuando hacen falta. Las naranjas son un claro ejemplo de ello: están disponibles precisamente en los meses de invierno, cuando el sistema inmunitario se debilita y bajan las defensas.

  3. Ecológico: la producción ecológica evita el uso de pesticidas y fertilizantes químicos, lo que es una buena noticia para la tierra y su salud. Estos alimentos suelen ser más sabrosos, por lo que no será necesario utilizar tantos condimentos ni perder tiempo en platos elaborados. Esta simplicidad nos permitirá redescubrir el verdadero sabor de los alimentos y despertar nuestros gustos tradicionales.

  4. Origen vegetal: la industria cárnica es uno de los principales responsables de las emisiones de gases de efecto invernadero. Elegir productos vegetales no solo reduce el impacto medioambiental, sino que también es bueno para el organismo, cada vez más acostumbrado a los productos procesados. Reducir el consumo de carne también te permitirá variar tu dieta introduciendo otras fuentes de proteínas.

  5. Granel: dentro del objetivo de alcanzar cero residuos, comprar a granel ayuda a reducir considerablemente la producción de desechos. El envase y el embalaje también son importantes para hacer compras sostenibles. Además del contenido, es importante considerar el tipo de envase

Hablando de envases...

Para hacer una compra sostenible, menos es mejor: recuerda que todos los envases adquiridos deben desecharse después.

La mejor solución es elegir productos a granel: frutas y verduras en bolsas de algodón, carne y queso comprados en el mostrador y no como productos preenvasados y legumbres secas en lugar de en bote o lata.

En el caso de algunos alimentos, como la pasta o el arroz, puede resultar difícil encontrarlos sin envasar. Por eso, es preferible elegir:

  • Envases de un solo material
  • Materiales reciclables y/o reciclados
  • Envases reutilizables
  • Envases o paquetes ligeros, por ejemplo, con tapas más finas o recipientes pequeños

 

Pero las opciones sostenibles no acaban ahí. Antes de salir de casa, además de la lista de la compra, recuerda llevar contigo bolsas reutilizables, por ejemplo de tela, para hacer la compra. Otras alternativa son las bolsas compostables.

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