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¿Receta de salud metabolica? ¡Descubre las 5 características que debe tener!

Tiempo de lectura: 5 minutos

Índice

Saber qué alimentos conviene llevar a la mesa y cuáles es mejor limitar no siempre es fácil, pero tal vez sea aún más difícil saber cómo cocinarlos. Por ejemplo, puede que sepamos que, para cuidar la salud, es preferible comer avena, pimientos y legumbres, pero ¿cómo convertir estos ingredientes en una receta sabrosa? ¡También hemos pensado en ello! En la sección de recetas, puedes encontrar muchas opciones para todos los gustos: primeros platos deliciosos, segundos fantásticos, platos únicos saludables para los días con prisas y, por supuesto, también ideas sabrosas y creativas para postres y desayunos. Pero ¿por qué limitarnos a las recetas sugeridas por otros? Escoge los ingredientes que prefieras ¡y déjate llevar por la inspiración!

Pero ¿cómo saber si tu receta es 100 % apta para cuidar la salud metabólica? 

Simplemente, asegúrate de que cumpla estas 5 condiciones:

1- Tener bajo impacto en la glucemia postprandial (nivel de glucosa después de las comidas)

Nuestro método se basa precisamente en el control de la glucosa postprandial. Después de cada comida, la glucosa se eleva de manera más o menos repentina e intensa en función de lo que comemos, lo que da lugar picos glucémicos.

Es muy importante que las comidas que ingerimos no provoquen picos glucémicos demasiado altos. De hecho, estos son la base de numerosas reacciones bioquímicas que pueden provocar, entre otras cosas, acumulación de lípidos y, por lo tanto, aumento de peso. Para evitar esto debemos pensar nuestras recetas de manera que no sean demasiado ricas en carbohidratos, sobre todo los de tipo simple, y que contengan una buena cantidad de fibra. La fibra ayuda a limitar la absorción de hidratos de carbono y grasas a nivel intestinal, con lo que reduce el impacto de los alimentos en la glucemia. Si nuestra receta incluye carbohidratos, entonces, podemos combinarlos con verduras o legumbres, o podemos elegir cereales integrales, que son ricos en fibra.

2- Contener pocas grasas «malas» y priorizar las «buenas»

Ya sabemos que no todas las grasas son iguales. Para tener un buen metabolismo, es bueno para el aparato cardiovascular y, en general, para la salud metabólica evitar las grasas saturadas y las grasas trans. En su lugar, deberíamos elegir las grasas insaturadas, especialmente las grasas omega 6 y, aún mejor, las omega 3. Entre las numerosas funciones que estas desempeñan, se incluyen las de reducir el colesterol, y proteger el corazón y los vasos sanguíneos. Por ejemplo, podrías incluir en la receta pescado o semillas oleaginosas (semillas de lino, almendras o nueces), tanto en forma de aceite como en su forma natural.

grasas malas y buenas

3- Contener todos los principios alimentarios

No creas que para crear una receta sana es necesario «suprimir» (grasas, hidratos de carbono y conservantes). Todo lo contrario, ¡debemos «añadir»! De hecho la receta, debería incluir todos los macronutrientes  (carbohidratos, grasas y proteínas), así como fibras y moduladores genéticos (vitaminas, minerales, antioxidantes, etc.). Basta con elegir los ingredientes correctos y en la cantidad correcta.

Si tu receta incluye legumbres, será rica en fibra y aminoácidos (componentes de las proteínas). Podrías combinarlas con cereales para proporcionar buenas cantidades de carbohidratos y aminoácidos esenciales.

Además, podrías aderezar todo con un buen aceite de oliva para incluir las grasas y tendrías una receta sencilla y rápida, pero completa. Obviamente, este es solo un ejemplo. Seguramente tendrás en la cabeza una receta mucho más creativa y original.

4- Respetar el organismo y el planeta

Cuando elegimos los ingredientes de nuestras recetas, no solo pensamos en los valores nutricionales. Valoramos si el alimento seleccionado contiene conservantes, colorantes u otros aditivos sintéticos, o si entre los ingredientes hay materias primas de producción ecológica. Lo que ingerimos con la alimentación entra a formar parte de nuestro cuerpo. Elegimos alimentos que respeten el organismo y lo nutran en lugar de contaminarlo. Y al hacer la compra, también pensamos en nuestro planeta. Tratamos de comprar productos que eviten un exceso de envases no reciclables y priorizamos los alimentos de origen nacional, y a ser posible, de las zonas en las que vivimos. Cuantos menos kilómetros recorra nuestra compra, menos contaminaremos el planeta.

Respeto por el organismo y el medio ambiente

5- Proporcionar placer y sabor

Si quieres una receta que siga al 100 % el método ACPG, no debes olvidarte del sabor. Comer es uno de los placeres de la vida. Lo ideal es que te sientes a la mesa con ganas de comer ese plato sano y sabroso que has preparado. Comer bien no significa sacrificarse. Si crees que la receta ACPG perfecta es una triste e insípida ensalada, te equivocas. Elige los ingredientes que más te gusten y combínalos como quieras. El resultado solo puede ser un éxito. Si no nos crees, visita nuestra sección de recetas de la comunidad. Entenderás que comer bien y tener salud son dos conceptos que conjugan perfectamente. Comer bien significa cuidar el cuerpo y la mente.

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