Alimentos saludables

Kéfir: qué es, de qué está hecho y cuáles son sus beneficios

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El kéfir está presente en las estanterías de nuestros supermercados y en nuestras mesas desde hace años. A pesar de ser tan fácil de encontrar, esta bebida, o mejor dicho, los gránulos necesarios para obtenerla vienen de muy lejos, de las montañas del Cáucaso para ser exactos. De hecho, la palabra kéfir procede del turco “keif“, que se traduce como “sentirse bien, bienestar“. Cada vez se habla más de él y cada vez más gente lo consume. Veamos entonces qué es el kéfir y cuáles son sus beneficios para la salud.

¿Qué es el kéfir?

El kéfir es una bebida a base de leche fermentada de consistencia cremosa, con un sabor ligeramente ácido y una sutil efervescencia. Se produce añadiendo gránulos de kéfir a la leche de vaca o de cabra. Estos gránulos, compuestos por levaduras y bacterias, al entrar en contacto con la leche provocan su fermentación. Muy distinta es el agua de kéfir, una bebida que se prepara añadiendo agua y azúcar a los gránulos de kéfir en lugar de leche.

¿Cómo se prepara el kéfir de leche y de agua?

Preparar estas bebidas es muy fácil. Para el kéfir de leche, basta con añadir los gránulos de kéfir a la leche y mezclar bien. A continuación, lo dejamos fermentar durante al menos 24 horas a temperatura ambiente (20 °C) en un recipiente (preferiblemente de vidrio) cubierto con papel o un paño. Cuanto más tiempo lo dejemos fermentar, más cremoso quedará. Mezclamos un poco más y, en caso de que se hayan formado grumos, lo pasamos por un colador. Antes de consumirlo, hay que dejarlo reposar un par de horas más en la nevera, donde puede conservarse más de una semana.

El kéfir de agua, por su parte, se prepara añadiendo gránulos de kéfir a 1 litro de agua sin gas, 3 cucharadas de azúcar, la parte interna de medio limón, un fruto seco, canela, vaina de vainilla u otros aromatizantes naturales.

Mezclamos agua y azúcar en un recipiente y, a continuación, añadimos los gránulos de kéfir y los demás ingredientes. Por último, dejamos reposar la mezcla a temperatura ambiente durante 48 horas.

¿Es una especie de yogur?

Si quisiéramos simplificar, podríamos decir que es un alimento muy parecido al yogur. De hecho, cada vez son más las personas que, al dedicarse a la preparación de yogures «caseros», saben muy bien que el yogur también se elabora añadiendo fermentos lácticos (bacterias) a la leche.

Pero eso no es todo: estos dos alimentos tienen otra cosa en común. Ambos pueden mejorar la capacidad de digestión de la lactosa. Esto explica por qué, en muchos casos, las personas intolerantes a la lactosa no tienen problemas al consumir yogur o kéfir a pesar de que estos la contienen.

¿Qué contiene el kéfir?

Definir la composición nutricional del kéfir no es nada sencillo porque depende del origen de la leche y los gránulos utilizados, pero también del tiempo y la temperatura de fermentación y de las condiciones de conservación. Sin embargo, podemos afirmar que contiene proteínas, grasas, azúcares y minerales.

Durante la fermentación de la leche con las bacterias de los gránulos de kéfir, las proteínas se digieren (se reducen a aminoácidos), y la bebida resultante tendrá un alto contenido en aminoácidos. Los más comunes son la lisina (útil para la producción de hormonas y anticuerpos), la isoleucina (utilizada para la fabricación de proteínas, especialmente las musculares) y la fenilalanina (que sirve para la fabricación de cualquier tipo de proteína). El kéfir también es una fuente importante de vitaminas, sobre todo del grupo B, pero también C, A y K, y de minerales como el magnesio, el calcio y el fósforo.

¿Qué efecto tienen los microorganismos del kéfir sobre las demás bacterias?

Numerosos estudios in vitro han demostrado también la capacidad antimicrobiana del kéfir, especialmente frente a microorganismos que provocan infecciones gastrointestinales (Escherichia coli), respiratorias (Staphylococcus aureus), candidiasis (Candida albicans), etc. Esta capacidad parece deberse al hecho de que los microorganismos contenidos en el kéfir compiten por los nutrientes con los microorganismos patógenos. En otras palabras, las bacterias del kéfir derrotan a sus enemigos dejándolos sin alimento. Además, un estudio clínico realizado en personas con dispepsia e infección por Helicobacter pylori demostró que el kéfir es capaz de reducir la concentración de esta bacteria y algunos síntomas relacionados, como la diarrea, el dolor abdominal y las náuseas.

¿Y sobre microbiota intestinal?

Las bacterias no son todas iguales, no todas causan infecciones y enfermedades; al contrario, muchas de ellas nos protegen. Entre las bacteriasbuenas” están las que viven en nuestros intestinos y forman la microbiota intestinal.

Debemos cuidar siempre de estos
microorganismos que viven en nuestro interior prestando atención a lo que comemos. Algunos alimentos, como el kéfir, nutren las bacterias intestinales, lo que les permite sobrevivir y crecer.

En particular, se ha descubierto que el kéfir aumenta la concentración de bacterias como Lactobacillus, Lactococcus y Bifidobacterium (microorganismos probióticos que aportan beneficios para nuestra salud).

¿Qué otros beneficios tiene el kéfir?

A menudo se atribuyen al kéfir muchos otros beneficios más allá de su capacidad de favorecer la absorción de la lactosa y de combatir la infección por Helicobacter pylori que acabamos de mencionar.

Aunque se necesitan más investigaciones científicas, en general, el consumo diario de kéfir puede ayudar a regularizar las funciones intestinales, combatir el asentamiento de gérmenes peligrosos y estimular el sistema inmunitario del tracto digestivo.

Sin embargo, mientras esperamos más investigaciones científicas sobre el tema, podemos afirmar que el kéfir es rico en probióticos y, por tanto, es una fuente importante de microorganismos “buenos” para nuestros intestinos y nuestra salud en general.

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