Juntarnos con los amigos a comer, descubrir un restaurante nuevo, probar platos típicos cuando viajamos, comidas familiares, barbacoas en verano, cenas de navidad… Muchos de nosotros pasamos los días libres o festivos de esta manera: comiendo. Seguramente durante las ocasiones especiales los excesos aumentan, pero puede suceder durante todo el año, haciendo cenas o comidas demasiado abundantes. “Hoy me he pasado, ¡mañana empiezo la dieta!“, “hoy no ceno”, “mañana ayuno”. ¿Cuántas veces lo hemos dicho?
¿Es posible recuperarse de un día de excesos? ¿Qué deberíamos hacer? ¿Es bueno para nuestra salud hacer ayuno intermitente? ¿Saltarse una comida?
¿Cómo recuperarse de un día de excesos?
Suele pasarnos que tras una gran comida pensemos en saltarnos la cena para hacer ayuno. En parte porque no tenemos apetito, pero también por un sentimiento de culpa, pensando que saltándonos la cena compensaremos el exceso de ese día.
En realidad, esto no es del todo correcto, no deberíamos saltarnos ninguna comida, pero en cambio podemos hacer una cena muy ligera y prever para el día siguiente un día verde

¿Qué es el ayuno al estilo salud metabólica? ¡Descubre el día verde!
El ayuno al estilo salud metabólica o día verde consiste en hacer comidas muy ligeras y principalmente a base de frutas, verduras y líquidos. De esta manera, sin saltar ninguna comida, haremos descansar nuestro intestino y podremos purificar nuestro organismo.
¿Por qué día verde?
El cerebro, como otros órganos, se nutre de glucosa, porque es gracias a esta molécula que puede funcionar correctamente. Si no se introduce la cantidad adecuada de glucosa (como sucede cuando saltamos las comidas), el organismo coge esta molécula del hígado, donde está almacenada como glucógeno. Sin embargo, el hígado tiene una capacidad máxima de glucógeno.
Una vez terminadas estas reservas, para hacer frente a la condición de emergencia, el hígado comienza a producir otras moléculas nutritivas: los cuerpos cetónicos. Estas moléculas se producen a partir de los ácidos grasos libres y pueden sustituir temporalmente la glucosa. De esta manera se consume masa grasa y puede ser una práctica útil si se hace ocasionalmente, siempre que no se exagere pasando a la hambruna.
¿Qué es la hambruna?
El ayuno se convierte en hambruna cuando los cuerpos cetónicos superan en la sangre el valor de 3 mg/100 ml y aparecen en la orina (se puede verificar su presencia con tiras colorimétricas comprables en farmacia). A esta condición se puede llegar si el ayuno se prolonga excesivamente o si se siguen dietas cetogénicas.
Como consecuencia, tendremos seguramente una pérdida efectiva de masa grasa, pero no solo eso. En las células humanas, de hecho, la carencia de glucosa compromete también la producción de ribosa, un azúcar que se forma por transformación de la glucosa. Esta molécula es importante porque constituye los ácidos nucleicos (ADN y ARN).
En carencia de glucosa, por lo tanto, la formación de los ácidos nucleicos puede estar comprometida, así como la estructura del tejido conectivo, con consecuente deterioro estético y funcional.
¿Cómo hacer este tipo de ayuno?
Hemos entendido, por lo tanto, que para remediar los excesos o los “errores” no es ni útil ni saludable saltarse las comidas.
Es fundamental, en cambio, comer de manera correcta, elegir alimentos que puedan ayudarnos a detoxificar el organismo y hacer descansar nuestro intestino.
A continuación, un ejemplo de día alimentario de día verde.
Desayuno
En el desayuno se pueden consumir leches vegetales (arroz, soja, avena u otro cereal) o yogur y cereales integrales, + una porción de fruta + semillas oleaginosas como almendras, nueces o avellanas. Lo ideal sería comenzar la primera comida del día con una buena taza de té verde.
Almuerzo y cena
En las comidas principales es aconsejable comer verduras crudas y cocidas a gusto, condimentadas con aceite de oliva virgen extra, vinagre y algunas nueces (o almendras, piñones o semillas de calabaza) + una porción de pan de centeno (40 g).

Snacks
El snack de la mañana y el de la tarde pueden ser a base de fruta o de batidos o zumos compuestos por el 80% de verdura cruda y por el 20% de fruta fresca de temporada.
¿Cada cuánto hacer el día verde?
Podríamos elegir un día de la semana que, regularmente, dediquemos al ayuno consciente. Pero recordemos siempre no exagerar.
¿Qué sucede a nuestro cuerpo durante el día verde?
Durante el día verde se verifican cuatro condiciones:
- Reducción significativa de la insulina, la hormona responsable del acumulamiento de grasa y de la sensación de hambre continua.
- Activación de la hormona del ayuno: el glucagón. Este libera la glucosa almacenada en el hígado en forma de glucógeno. De esta manera, el hígado se “descarga” del exceso de carbohidratos para garantizar un adecuado y continuo suministro de glucosa al cerebro, pero sin caer en la cetosis (hambruna). El glucagón también libera los ácidos grasos del interior de los adipocitos (células de la masa grasa). De esta manera se vacían y la masa grasa se reduce.
- Aumento de la diuresis, que contribuye a la eliminación de la retención de líquido en los tejidos.
- Acción positiva sobre las células enterocromafines intestinales, con una mejor producción de serotonina, capaz de recuperar un buen tono del ánimo.